Hola, esta es mi quinta entrada en este Blog del 66 al 70. En esta entrada les voy a hablar un poco sobre un gran mexicano Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito.
Roberto Gómez Bolaños Cacho nació el 21 de febrero de 1929 en la Ciudad de México. Chespirito, es un comediante, cantautor, dramaturgo, director y productor de televisión mexicano. Es el creador de "El Chavo del Ocho" y "El Chapulín Colorado".
Antes de convertirse en actor, fue boxeador principiante; también obtuvo el título de Ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de México(UNAM), pero nunca ejerció la profesión.
Inició su carrera como creativo publicitario, lo que le conectó con la radio y televisión, en la cual fue, durante la década de 1950, un muy activo guionista. También hizo varios guiones de películas para el dúo Viruta y Capulina y se inició fugazmente como actor con ellos en Dos Criados Malcriados, en 1960. Sin embargo, siguió dedicando la mayor parte de su tiempo a escribir y al guionismo, contribuyendo con diálogos para guiones de películas y programas de televisión de México.
Su nombre profesional, Chespirito, se atribuye al director cinematográfico Agustín P. Delgado, derivado del diminutivo de la pronunciación españolizada del nombre William Shakepeare (Güiliam Chekspir), en diminutivo debido a la estatura de Gómez Bolaños 1.60m y por la pretensión de que el talento de Gómez Bolaños para escribir historias se asemeja al de Shakespeare por ser tan prolíficos y versátiles.
Entre 1960 y 1965 escribió guiones para los dos programas de mayor audiencia en la televisión mexicana, Cómicos y Canciones y Estudio de Pedro Vargas, en la cadena Telesistema Mexicano, más tarde Grupo Televisa.
En 1968 iniciaba transmisiones la Televisión Independiente de México y Chespirito fue llamado como escritor con la oferta de usar a su antojo la media hora semanal a su cargo. Así nació Los Supergenios de la Mesa Cuadrada y su carrera como actor, llenando su tiempo con distintas escenas y personajes.
En 1970 extendieron su horario a una hora. El programa pasó a llamarse "Chespirito" y nació el personaje de El Chapulín Colorado. Un año más tarde apareció El Chavo del Ocho. Ambos personajes funcionaron tan bien que el programa se dividió en dos, dedicando media hora a cada uno, y se empezó a transmitir a lo largo y ancho de América Latina.
"El Chapulín Colorado" y "El Chavo del Ocho" abrieron las puertas del mercado internacional a la televisión mexicana. En 1973 ambos programas se transmitían en casi toda América Latina y en todos los países, su popularidad los colocaba en el primer lugar de rating. Para 1975 los niveles de audiencia de las series de Chespirito en México, oscilaban entre los 55 y 60 puntos de rating.
Para 1984 el programa volvió ser de una hora de transmisión los lunes a las ocho de la noche, con el nombre de "Chespirito"; para ese entonces, Chespirito era ya una institución y lo siguió siendo. Por 25 años ininterrumpidamente, cada lunes a las ocho, Chespirito estaba en casi todos los hogares mexicanos.
En El Chavo del Ocho, Chespirito hacía el papel de un niño que vivía en un cuarto que le prestaba el dueño de la vecindad y no en un barril de cerveza, siendo esto solo un escondite que él usaba cuando estaba enojado o triste. Se dice que, contrario a la creencia popular, el Chavo (del que nunca se supo su nombre) no vivía en el departamento número 8, sino que el ocho era el número del canal de televisión que lo producía. A pesar de ser esto cierto, en un capítulo el personaje acepta que vive en el departamento 8, incluso burlándose de otro personaje al preguntarle por qué cree que le dicen El Chavo del Ocho.
En El Chapulín Colorado le daba vida a un héroe de traje rojo y de buen corazón que siempre se metía en situaciones cómicas por su torpeza y cobardía. Sus superpoderes consistían en unas "Antenitas de vinil" que detectaban la presencia del enemigo, su "Chipote chillón" con que golpeaba tanto a los malosos como a las víctimas y a menudo hasta a él mismo, y sus "Pastillas de Chiquitolina" que mediante efectos especiales lo reducían de tamaño y la "Chicharra paralizadora" con la cual tenía la capacidad de inmovilizar a sus enemigos.
Muy conocido por sus papeles como El Chavo y El Chapulín, también fue creador de varios personajes más como el Chómpiras, el Doctor Chapatín y Chaparrón Bonaparte.
A pesar de sus guiones extremadamente repetitivos, estos programas se convirtieron en éxitos a lo largo de toda América Latina, Estados Unidos y España, en gran medida gracias a la simpatía del cuadro de actores de sus programas integrado en distintas épocas por Carlos Villagrán, Ramón Valdés, María Antonieta de las Nieves, Florinda Meza, Rubén Aguirre, Edgar Vivar, Angelines Fernández, Horacio Gómez Bolaños y Raúl "Chato" Padilla, que encontraron también la fama internacional.
En 1980 sus programas se volvieron a reunir en una hora semanal y permaneció al aire hasta 1995.
En 1978 produjo, escribió y protagonizó películas mexicanas como El Chanfle y El Chanfle 2. Estas, aunque fueron éxitos de taquilla, carecen de calidad cinematográfica, tanto en su producción como a nivel de guión, por lo que se les considera, entre otras cintas, como parte fundamental en el detrimento del cine mexicano.
Actualmente interpreta en teatro la obra de su autoría "11 y 12", con la cual logró más de 28 mil funciones. Dicha obra es un récord más en su haber, ya que desde 1992, fecha en que fue estrenada, permanece aún en cartelera en la Ciudad de México en el mismo teatro. Ininterrumpidamente de jueves a domingo, "11 y 12" es también una institución.
Actualmente la serie se sigue transmitiendo en toda América Latina y en España, con su audio original, pero también es transmitida con diferentes doblajes a otros muchos idiomas en más de diez países; de tal suerte que el programa puede ser visto tanto en Brasil como en Angola. Por esa razón, tal vez, Homero, el personaje de la serie canadiense "Los simpsons", incluye entre sus personajes favoritos al "Chapulín Colorado".
Se calcula que en 43 años de escribir, Chespirito ha acumulado algo así como 60,000 cuartillas en limpio (sin contar lo que un creativo tira, corrige y por ende, repite) lo anterior equivale a 2,400,000 líneas y aproximadamente serían 168,000,000 de letras.
Las razones por las cuales escribo sobre la vida y los logros de Chespirito son: porque considero que es uno de los personajes más importantes en la historia "creativa" de México, porque la mayoría de los mexicanos crecimos viendo su programa, porque es una persona a la cual debemos de admirar y la más importante porque es un buen hombre, el cual nos llena de alegría con su programa.
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