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Pahlevi en Argentina

El hecho que nos ocupa en ésta segunda entrada fue en su momento tan polémico como es hoy difícil de investigar. Decimos que fue polémico porque desató infinidad de protestas y manifestaciones que, a pesar de darse insistentemente, no evitaron que se produjera.

Hablamos de la visita, (o de las múltiples visitas según algunas informaciones), que el sha de Persia Mohamad Reza Pahlevi realizó a Argentina para fortalecer las relaciones con el presidente Arturo Illia.

Ya hemos mencionado la dificultad de encontrar información en la red acerca de ésta cuestión, pero sin embargo, para que los lectores comprendan que no resulta imposible y deseando facilitar la búsqueda a quien le interese, mencionamos aquí las páginas que hemos utilizado. (www.lanacion.com enlace- por segunda vez Argentina recibirá a una pareja real, www.todoargentina.net enlace- civiles y militares, la presidencia de Illia, www.argentinaparamirar.com enlace- columna Irán Buenos Aires, la Argentina que no miramos).

(Es preciso advertir que www.todoargentina.net contiene un error grafial en su enlace, de tal manera que, en lugar de "civiles y militares", aparece escrito como "civiles y militates"). Las fechas en las que el sha de Persia visitó Argentina junto a su esposa Fara Diba, oscilan entre mayo de 1965 y octubre de 1967.

En muchas ocasiones, se nos habla de una visita diplomática al presidente Illia en 1966 para fortalecer las relaciones con Argentina, e incluso se menciona una sospechosa ayuda nuclear a éste país desde Irán. Pero teniendo en cuenta que Arturo Illia dejó de gobernar en 1966 y que se habla de visitas posteriores, cabe la posibilidad de que los viajes a Argentina del último monarca persa y su última esposa, fueran bastante frecuentes y no se tratara únicamente de intensas visitas de estado, sino también de meros viajes de placer.

Comoquiera que sea, es innegable que en 1966 Argentina fue noticia, para bien o para mal, y a ello contribuyeron principalmente dos trascendentales acontecimientos de índole diplomática internacional. Uno de ellos es, sin lugar a dudas, la llegada a Buenos Aires del último emperador de la dinastía Pahlevi, y el otro, aunque no hablemos de él, es de nuevo una visita internacional, la del rey Balduino de Bélgica y su esposa Fabiola.

Mamad Reza Pahlevi aterrizó en la capital argentina a finales de octubre de 1966, lo cual, como era de esperar, desagradó a gran parte de la población gobernada por Illia bajo una política de moderación, desde hacía tres años.

En honor a la verdad, no fueron pocas ni irracionales las protestas que sacudieron la nación en los días previos y sucesivos a la visita. En una página que al final no hemos seleccionado para ésta entrada, con motivo de éstas manifestaciones, se concibe al sha de Persia como "una mezcla de pro occidentalismo en las relaciones internacionales y ostentación en la corte". Se dedicaba, según un comentario anónimo, a "incrementar sus poderes dictatoriales”.

Existe también un artículo al que no hemos podido acceder, pero que al referirse a las protestas desatadas por la visita, asegura que "más de dos millones de chicos se despiertan con hambre en Argentina".

Todas éstas breves manifestaciones, no sólo de desacuerdo, sino también de desprecio, son una muestra de la actitud crítica del pueblo argentino, que no toleraba el hecho de que su presidente recibiera en Buenos Aires a la versión más moderna de los ostentosos Sátrapas, que gobernaba a su pueblo bajo una férrea tiranía, ampliando las diferencias sociales. No era lícito, según Argentina, al menos no mientras la mayoría de la población, sobre todo los más jóvenes, sufrían inanición.

Pero no nos toca a nosotros, sino a ustedes, juzgar esto con justicia y discutir si tales protestas estaban o no bien fundadas.

Bien es cierto que no resultaron muy prácticas, ya que no consiguieron su objetivo, suponiendo que éste fuera aplazar o impedir la visita.

Más bien al contrario, los viajes a Argentina por parte del sha fueron, como ya se indicó anteriormente, muy numerosos.

El propio Mohammad Reza Pahlevi declaró en una ocasión que había viajado a Argentina en 1966 para cumplir "un sueño de mi niñez". Resulta difícil de creer, aunque probablemente sea cierto.

Visitó, acompañado por su esposa, la emperatriz Fara Diba, la hermosa y conocida Isla Vitoria, entre otros muchos lugares, y donó un presente a la nación del que deseamos terminar hablando.

Se trata de una monumental columna que actualmente se conoce como la columna después de haber alcanzado semejante honor, sorprende que las relaciones actuales entre Argentina e Irán estén en su punto más bajo. El templo persa y está situada en la plaza de Irán de Buenos Aires.

Se trata de una interesante réplica de una de las columnas del palacio en Persépolis del rey Ciro II, El Grande, que reinó en Persia en el siglo Vi (A. C.), también llamado Ciro de Anshar, a quien se le considera creador y unificador del imperio persa.

La original fue levantada por Darío Ii, rey de la misma dinastía, y su hijo y sucesor Jerjes I. (En www.argentinaparamirar.com, la aparece mal escrito éste nombre, Jerje). (Las traducciones persas de ambos nombres son Darai y Jshariar, respectivamente).

La columna tiene 19 metros de largo y está rematada por dos cabezas de bueyes. Es un hecho indiscutible que se trata de una donación generosa y honorable por parte del monarca Pahlevi, al menos a juicio de quienes nos consideramos amantes empedernidos de la cultura persa.

Después de esto, sorprende que las relaciones actuales entre Argentina e Irán sean más frías que nunca.